martes, 28 de julio de 2009

LOS TIEMPOS CAMBIAN...


Qué significa hoy hacerse viejo?



No debemos figurarnos que hoy en día el hacerse viejo sea lo mismo que cincuenta o sesenta años atrás. 

Los tiempos cambian y con ellos también los factores contra

 los cuales han de luchar los ancianos. La primera cuestión que se plantea a la generalidad es la seguridad económica. 

¿Con qué fondos de reserva se cuenta? O mejor ¿Qué fondos se tendrán a la edad de sesenta y cinco? Muchas 

personas no podrán bastarse por sí misma llegando a los setenta, o más. 

Vivir de caridades, será muy triste. Si eres joven de veinte años, como si tienes cincuenta, organiza tus finanzas futuras ahorra con regularidad, algo para añadir a tu jubilación, a tu retiro. 



Si es necesario, no repares en rebajar el nivel de vida actual. Decide dónde y cómo vivirás cuando hayas entrado en años. ¿Tendrás tu hogar propio? ¿Dispondrás de dinero para pagar el alquiler? Cuanto antes desarrolles una idea madura respecto a cuál programa seguirás una vez cumplidos los setenta, más feliz será tu vejez. 




La segunda cuestión consiste en ampliar tus intereses, cultivando distracciones 

predilectas, como ser jardinería u otra cosa que pueda aprovecharte

 cuando abandones el trabajo activo.


 Mantén tu mente en actividad sobre campos nuevos, asiste a cursos sobre alguna materia desconocida, traba des

de ya amistad con los libros. Puesto que algún día llegarás a viejo empieza a examinar y conocer los problemas de la ancianidad con realismo. Sobre todo dirige el ánimo tuyo y el de la gente contra el tipo de asilo y guarderías para ancianos que hoy son tan comunes. 


Piensa, imagina, trabaja para que en los años actuales y en los venideros se instale, se implanten soluciones mejores, más humanitarias, como pueden ser comunidades donde el anciano se oriente con otros, en actividades que le sean propias, que los mantengan lúcidos, entretenidos con la idea que todavía son útiles, no simplemente depositados en la antesala de la muerte. Si ya has llegado a la vejez me permito humildemente continuar con las recomendaciones: 



1- Coopera con lo inevitable y acepta gallardamente todo lo que se te depare. 


2- Siempre que un antiguo amigo desaparezca, busca otro nuevo, la vida será vacía o completa, según tu lo quieras.


 3- Trata de poseer una mente flexible y adaptable, evita sentirte discriminado, no censure a la juventud por ser c

omo es.


 4- Sé cuidadoso y prolijo en el vestir. Conserva las buenas maneras.


 5- No te vuelvas ocioso, dedícate a hacer algo como si se tratara de un negocio importante. 


6- Conserva el ánimo placentero y alegre. Saluda a la gente con una sonrisa y palabra amable. No te acongojes rápidamente, mantente fuerte y decidido, olvida esfuerzos violentos, procura realizar lo que te gusta o prefieras. 


7- No pienses en la muerte. Todos algún día la enfrentaremos. Conclusión: Si eres un joven sensato prepárate para la ancianidad con ánimo gozoso, desde hoy, organiza tu vida para cuando seas viejo; si has llegado a la vejez procura conseguir regocijo int

erior aún cuando no exista ningún motivo exterior que lo justifique.


 

  La madurez en la ancianidad equivale a lo mismo que en otra edad cualquiera, equivale a que mientras un individuo viva y goce de todo lo que se pueda disfrutar: amigos, familia, trabajo, horas de ocio, del mundo bello, con auroras y pájaros, admire y cultive la simpatía y la sensatez necesarias para hacer de él una persona dadivosa a favor de todos, pero en especial a favor de aquellos más débiles y menos afortunados, que siempre los hay. 

Finalmente, un anciano dotado de madurez sabe establecer pactos, amistad y comprender el punto de vista de otra persona, en vez de acentuar su disconformidad, su queja, y, aprestarse para el dolor.



 VIRYI...

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